viernes, 27 de noviembre de 2009

Ritual de sanación y funeral


Cuando alguien se enfermaba gravemente en su grupo, después de que los curanderos trataran de sanarlo quebrándole una lanza en su espalda, apretando el lugar enfermo, luego chuparlo y al final soplarlo hacia el cielo. Si los cuidados y los ritos no tenían efectos positivos el enfermo era abandonado para que pasara solo sus últimos momentos. Rara vez enterraban a los muertos, en vez de eso, doblaban el cuerpo y lo envolvían en una piel y entre cuatro cuerdas, después se les metía al mar dentro de una canoa con piedras para que se hundiera. En ocasiones se dejaba el cuerpo dentro de una caverna o bajo un roquerío en cuclillas.
Los padres enseñaban y traspasaban a sus hijos conocimientos del cuerpo humano, lo que les permitía el tratamiento individual de enfermedades menores. Sin embargo, al ser más grave la enfermedad o la lesión, intervenía el curandero (OWURKAN).

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